ANTES DE PARTIR
Una vez legalizados los elementos de arrastre, y disponiendo ya de los permisos correspondientes, antes de ponerse en marcha con la** caravana** hay que tomar una serie de precauciones para que su comportamiento en ruta sea satisfactorio y tanto estabilidad como seguridad sean las máximas. ¡De eso se trata!
■ A tener en cuenta
Ello dependerá de pequeños detalles, aparentemente insignificantes, y de dos factores fundamentales: la carga de la caravana y su correcto acoplamiento al vehículo tractor.
La carga. Como primera medida es conveniente hacer una buena selección del equipaje y proveerse de lo estrictamente necesario, desechando todo lo superfluo. Hay que tener presente que el espacio es limitado y que, cuanto menos se lleve, mayor será la estabilidad.
Asimismo, y como regla general, hay que depositar la carga de la caravana lo más cerca posible del eje; es decir, en el centro y lo más próximo que se pueda al suelo. Conviene recordar que la caravana debe tener un peso en lanza entre 50-70 kg (según su tamaño), para garantizar su perfecto acoplamiento al vehículo tractor y para que responda a la perfección en las maniobras. De esta manera se evitará la desagradable sensación de que la caravana “cabalga”. Si se produjera este efecto es debido a que el peso está concentrado en la parte trasera.
También hay que evitar colocar objetos pesados en la parte alta o en los extremos delantero y trasero de la caravana: al circular podrían producirse peligrosas oscilaciones.
■ Acoplamiento de la caravana al vehículo tracto
Los elementos del enganche precisan una especial atención. Hay que engrasarlos periódicamente y comprobar su estado antes de iniciar cada viaje. Procedimiento:
› Desplazar marcha atrás el vehículo tractor para aproximarlo a la caravana.
› Con la ayuda de la rueda jockey situar el cabezal del enganche encima de la bola del vehículo.
› Bajar la rueda jockey e introducir la bola en el cabezal del enganche.
› Apretar el botón de bloqueo para que la bola quede fija dentro del cabezal del enganche.
› Colocar el cable del freno de seguridad pasándolo alrededor de la bola de enganche del vehículo. (Las cadenas de seguridad, según la Jefatura de Tráfico, solo son necesarias en las caravanas o remolques que
no disponen de freno de inercia con el correspondiente cable de seguridad que cumpla las normas de la UE. En la actualidad, todas las caravanas disponen de freno de inercia.)
› Enchufar la clavija de la red eléctrica a la base del coche y comprobar que todas las luces funcionan y que el cable no arrastra.
■ … y antes de salir
› Cerrar todos los cajones, ventanas, claraboyas y puertas de la caravana.
› Cerrar con llave la puerta de entrada al habitáculo.
› Asegurarse de que las patas de la caravana están levantadas y desmontar la rueda jockey o levantarla al maximo, si no se puede desmontar.
› Soltar el freno de mano.
› Comprobar si el cable de seguridad y las cadenas (en el caso de que no disponga del primero) están bien colocados.
› Comprobar la presión de los neumáticos (de la caravana y del vehículo). En las de un solo eje es muy importante que la presión de ambos neumáticos sea equivalente, puesto que diferencias de presión pueden favorecer los temidos laceos.
› Verificar la correcta posición y visibilidad de los espejos retrovisores
CARGA: ALGUNOS CONSEJOS ÚTILES
■Los utensilios de cocina (cacerolas, cubiertos, botellas, latas de conservas, etc.) suelen ser los más pesados. Hay que evitar almacenarlos todos en el bloque cocina para no descompensar la carga.
■ Si la caravana dispone de alguna cama abatible, conviene bajarla para evitar el peso en altura, así como la/s mesa/s, que instale.
■ Procure que todo el equipaje vaya alojado en los armarios o bien sujetos, para evitar su desplazamiento con los lógicos movimientos que se producen en ruta.
■ Ciertamente no es sencillo colocar todo el equipaje en la forma adecuada: conviene hacer antes pruebas de desplazamientos cortos y comprobarlo con la caravana.
CONSEJOS PRÁCTICOS
Aunque muchos caravanistas veteranos no lo ignoran, siempre resulta práctico recordar una serie de consejos y/o sugerencias generales que, sobre todo a los noveles, les servirá de pauta y les ayudará tanto en la conducción como en el comportamiento en ruta y otros aspectos vinculados a la práctica del caravanismo.
■ De interés general
Aspectos que en todo momento deben saber y tener presente los caravanistas:
› El coche y la caravana deben formar una pareja “compenetrada”. La caravana no debe sobrepasar los 2,5 m de ancho y 11 m de largo. El conjunto coche-caravana no puede exceder nunca de los 18 m.
› Una caravana cargada no debe superar el peso del vehículo tractor en vacío.
› Los retrovisores son imprescindibles. Pueden sobrepasar 20 cm la anchura de la caravana. Cuanto más separados estén, mejor.
› Es conveniente revisar periódicamente la fijación del enganche y los agarres de emergencia, así como el funcionamiento del freno del remolque.
› Antes de salir es aconsejable —ya se ha comentado en un capítulo anterior— la presión de los neumáticos y el desgaste de la banda de rodamiento. También es importante comprobar los niveles de agua, aceite y líquido de frenos del vehículo tractor.
› Debe vigilarse el funcionamiento de las luces traseras. Son obligatorias las luces rojas, las de parada, las de la matrícula y los intermitentes.
■ En conducción
› Hay que procurar que el arrastre no empuje nunca al coche, sino que sea el vehículo el que “tire”: es la regla de oro para mantener el conjunto estable.
› Evitar la frenada en seco, así como reducir bruscamente de velocidad.
› Cuando las condiciones meteorológicas sean adversas (lluvia, viento…), modérese la velocidad de crucero.
› Lo ideal es rodar a una velocidad regular, y adelantar solamente cuando pueda hacerse con seguridad y sin peligro.
› Conduciendo con caravana deben evitarse los volantazos bruscos y los acelerones impetuosos.
› Si se presenta de improviso algún obstáculo en la carretera que no sea una persona (por ejemplo, un gato, un perro u otro animal), hay que frenar todo lo que se pueda… pero sin arriesgarse exageradamente. En ningún caso debe darse un volantazo impulsado por la emoción de “no atropellar” (las consecuencias podrían ser mucho más lamentables).
› Circulando en ciudad y por una calle estrecha no se pegue nunca a un coche estacionado cuando deba dejar espacio para que pase otro vehículo que circule en dirección contraria (no olvide nunca la anchura del arrastre). Es preferible dejar espacio suficiente que le permita maniobrar con cierta comodidad.
■ Maniobras
Es aconsejable que, al principio, las maniobras de marcha atrás con caravana se practiquen en superficies amplias y diáfanas (campo libre, aparcamientos amplios o poco frecuentados, etc.) con objeto de familiarizarse con el abecé de este tipo de conducción.
› Antes de iniciar el desplazamiento hacia atrás es preciso localizar previamente posibles obstáculos que pudiera haber tras la caravana (un saliente, una estaca, un cascote, un desnivel…) para que podamos obrar en consecuencia.
› Es aconsejable, en este tipo de maniobra marcha atrás, contar con la colaboración de un ayudante. Si éste es menos experto que usted indíquele que su colaboración se limite a señalarle los obstáculos, y maniobre con tranquilidad y cautela. Si, por el contrario, su ocasional ayudante es un experto, obedezca sus instrucciones: él, desde su posición visiona la maniobra mejor que usted.
› Maniobre siempre sin prisa, con tranquilidad. Precipitarse es volver a empezar…
› Cuando se disponga a realizar una maniobra no le importe recular y avanzar cuantas veces precise para dejar el conjunto coche-remolque en línea: no intente nunca obtener un ángulo grande de giro con una sola maniobra.
■ De viaje
› Seleccionar con anterioridad en un viaje lugares de estacionamiento amplios y seguros evita posteriores quebraderos de cabeza y pérdidas de tiempo buscando un aparcamiento adecuado.
› Aunque el viento frontal no es peligroso para la estabilidad de la caravana, sí lo es para el bolsillo… si nos empeñamos en mantener una velocidad constante (el consumo de carburante es alto en estas circunstancias).
› Sin embargo, si el viento sopla en la parte trasera —siempre que no sea fuerte— ocurre lo contrario… cuando es viento continuo. Pero habrá que tener cuidado con las ráfagas de viento trasero, ya que “empujan” a la caravana y ésta se “come” al coche. Reduzca la velocidad en tales casos. Si los vientos son muy fuertes (las zonas de carretera donde suelen producirse están señalizadas con las clásicas bolsas de aire), lo más prudente es detenerse y esperar a que amainen.
› Con cualquier tipo de viento (lateral, frontal, trasero) es conveniente extremar la prudencia, reducir la velocidad e incluso, llegado el caso, detenerse donde no moleste la circulación.
› Circulando por caminos estrechos, atención a las ramas de árboles y matorrales: incluso las más frágiles rayan la carrocería. En ocasiones es aconsejable que algún acompañante retire las ramas al paso de la caravana y guíe al conductor.
› No hay que introducirse nunca en terrenos desconocidos sin examinarlos previamente: si están cubiertos de hierba, pueden disimular una zona pantanosa que, aunque no se “trague” al coche ni a la caravana, dificultará su salida del fango.
› Si sucediera esto (“quedarse” en el barro), desenganche la caravana, ponga la rueda jockey, saque el coche y, si entre los presentes no pueden sacar la caravana empujándola, engánchela con un cable al vehículo para tirar de ella.
› Cuando se circule sobre barro (o arena fina) hay que circular lenta pero regularmente, procurando no detenerse; si lo hace, al arrancar probablemente patinarán las ruedas.
› No cargue en exceso el coche: si sobrecarga el maletero, lo más probable es que las ruedas delanteras pierdan adherencia al asfalto. También se resentirá la adherencia si carga en demasía la parte delantera.
› Aunque la caravana esté bien equilibrada, es aconsejable modificar el reglaje de las barras de torsión y reforzarla con amortiguadores de doble efecto (si no los lleva). Es preferible la suspensión de ruedas independientes que el eje rígido. Si el remolque tiene un PMA superior a 750 kg debe ir provisto de un sistema adicional de frenado.
■ En compañía
› Si se dispone a viajar en compañía de algún amigo caravanista procure dejar, en carretera, un espacio amplio entre sus conjuntos: el suficiente para permitir que otros vehículos más rápidos les adelanten con comodidad y sin “estecheces”.
› Si son varios los caravanistas que decidan viajar juntos es mejor “citarse” o ejercer el control en puntos determinados previamente, que tengan acceso y aparcamientos fáciles.
› Cada conductor tiene su forma de conducir y su velocidad de crucero… No modifique estas costumbres por rodar cerca de algún caravanista que realice con usted el viaje. La seguridad es más importante, incluso, que la compañía.