Viajar con perros en una camper

Viajar con perros en una camper

Han pasado más de cincuenta años desde que el autor californiano John Steinbeck popularizó los largos viajes en camper, gracias a su libro “Travels with Charley”. Posiblemente él fue de los primeros en popularizar lo de viajar con perros en una camper. En su libro, supuestamente biográfico, detalló su aventura en carretera junto a su perro. No podemos saber a ciencia cierta si primero fue la idea y luego el libro, o esta fue la idea sugerida para un libro y luego hizo lo que le dio la gana, como parece ser así fue.

Steinbeck decidió irse de viaje con su perro y comprar una autocaravana nueva del mejor modelo del mercado en aquel entonces. A bordo de la autocaravana a la que bautizó como “Rocinante” y junto a Charley, un caniche francés, el autor se embarcó en esta aventura cuando contaba 58 años de edad. El libro narra la travesía de ambos en la furgoneta camperizada “Rocinante” durante 75 días. Durante la ruta recorrió los Estados Unidos a lo largo de más de 16.000 km, tomando como partida su casa en Sag Harbor, Long Island.

Esta travesía recorriendo Estados Unidos en autocaravana tiene un sentido, según su protagonista porque “No había oído el habla del país, ni olido la hierba ni los árboles ni las alcantarillas, ni visto sus cerros ni sus aguas, ni su color ni la calidad de su luz. Sabía de los cambios sólo por los libros y los periódicos. Pero, aparte de eso, llevaba veinticinco años sin sentir el país”. Corría el año 1960. El libro se publicó en 1962. Ese mismo año, Steinbeck recibía el Nobel de Literatura.

El atractivo literario de viajar en furgoneta Camper

Vamos a la segunda parte de esta historia. La idea de viajar con perros en una camper suena a algo inspirador, un contacto con la naturaleza, una vuelta a la vida sencilla, a la esencia. Nosotros compramos la idea, porque nos encanta. Esta es la razón por la que “Viajes con Charley” se convirtió automáticamente en un best-seller, que a día de hoy sigue teniendo lectores. Es lógico: el interés por comprar furgonetas camper, por las autocaravanas de segunda mano o incluso por alquilar furgonetas para viajes, se ha cuatriplicado en pocos años. Si a esto le sumamos que parece ser más cierto que nunca que los perros son los mejores amigos del hombre, es normal que nos fascine esta historia novelada de un viaje en autocaravana por la América de los años 60.

Los detractores de Steinbeck dicen que detrás de esta historia había más marketing literario -a saber si también de algún avispado fabricante de furgonetas y autocaravanas- que de relato autobiográfico. Parece ser que de los 75 días con sus 75 noches sólo durmió en el interior de su “Rocinante” un equivalente a 4 ó 5 noches en total. El resto del tiempo se hospedó en hoteles y casas de amigos. En caso de ser cierto, ¿invalida esto la calidad de su novela? ¿Renunciaría alguien a dormir en su furgoneta camper sólo porque un Nobel de literatura nos dio gato por liebre y durmió 5 y contó 75? Tal vez fue el pequeño Charley quien, sin duda, más lo disfrutó. Como buen caniche francés, seguro que sus gustos caninos refinados apreciaron el confort de dormir bajo las estrellas bien resguardado y calentito en el interior de la furgoneta camperizada mejor equipada de la época.

Otoño y primavera, ideales para viajar con tu perro en furgoneta

Nuestro autor de referencia eligió una buena época del año, el otoño, para su recorrido. Cuando viajas con animales es mejor evitar temperaturas extremas. En general, siempre es así, pues viajar en estaciones de temperaturas agradables facilita mucho el viaje. Ya sea en alquiler de autocaravana,(https://m3caravaning.com/alquilar-autocaravana-camper/) como en furgoneta camperizada de segunda mano, o una camper nueva,(https://m3caravaning.com/campers/) las opciones para viajar varios días de este modo están adaptadas a todos los bolsillos.

Podrás dejar a tu perro dentro o a la intemperie con la tranquilidad de que estará bien, también su hidratación será buena durante las horas en carretera o si espera en el interior de la camper mientras visitas el lugar. Lo más probable es que, como perro que es, reaccione como el de Steinbeck en su ya mítico libro: “Charley no estaba nada nervioso. Los disparos, los truenos, las explosiones y los fuertes vientos le traen absolutamente sin cuidado. En medio de aquella terrible tormenta, buscó un lugar caliente debajo de una mesa y se puso a dormir”.

Equipando tu camper de manera óptima y organizando bien la ruta, tienes más de medio éxito ganado. Incluso puede ser buena idea llevarse el portátil, un bloc de notas, tomar fotos de tu compañero de fatigas, y… ¿Quién sabe? Igual el próximo best seller sobre viajar con perros en una camper va firmado con tu nombre.